El acrílico, que también lo llaman Plexiglas, Lucite, Acrylite y Perspex, por los nombres de diferentes marcas, es conocido en todo el mundo de los plásticos por su brillo deslumbrante y su notable resistencia al rayado y al impacto. Este plástico excepcional viene en una variedad de modelos diseñados para satisfacer las diferentes necesidades específicas del mercado.
¿De dónde viene el acrílico?
En 1928 se desarolló en varios laboratorios y se introdujo al mercado en 1933 por Otto Rohm, fundador de la compañía de plásticos Rohm and Haas. Rohm estaba intentando crear una laminación entre dos placas de vidrio para lograr aumentar la resistencia del vidrio, pero cuando estaba realizando este proceso descubrió que había desarrollado un material vidrioso completamente nuevo.
Técnicamente se le conoce como «Metil metacrilato» (PMMA) y con los años, se han logrado desarrollar nuevas aplicaciones para cubrir un amplio rango de áreas.
¿Por qué se destaca el Acrílico?
Compite en cuanto a aplicaciones con otros plásticos como el Policarbonato (uno de los materiales más resistentes que existen) o el Poliestireno, pero el acrílico se destaca frente a otros plásticos transparentes en cuanto a su resistencia a la intemperie, su transparencia y su resistencia al rayado.
En su diseño básico el acrílico es completamente incoloro, pero el material se puede colorear con una variedad infinita de colores. La flexibilidad de las láminas es otra de sus propiedades, existe una asombrosa variedad de dimensiones para la lámina acrílica.